Caída

Creo que he perdido la oportunidad de hacer mía la luz del día. La oportunidad de encender llamas con ella; de revivir de las cenizas a mi fenix ahora muerto. Esa luz es hoy un manto de inefables dudas, uno convertido en un tenue rayo de melancolía. La oscuridad le reina. Le acaricia los suaves pliegues como un amante recorriendo el cuerpo de su amor prohibido. Se siente ya un álgido ambiente cubierto de frías lágrimas. Lágrimas que antes solían correr libres sobre la piel tibia. Le grito al cielo, a la tierra... pero mi voz ya no camina sobre el viento. Me he quedado mudo porque me he recluido en mi silencio. Ese silencio que es tu voz. Esa única voz que es mi compañía y mi consuelo. Estoy seguro que volverá a amanecer. Siempre ha de amanecer así tarde la noche lo que dura una vida. Así el día nazca cuando de un nuevo vientre regrese mi vista. Por ahora sé lo básico: caminar cojo, hablar mudo, ver ciego y recordar sin memoria.


Por : Paper
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1 comentario:

Akanesita! dijo...

y a veces, sonreír.
dejamos ir, nos dejan ir, nos damos cuenta que perdemos, pero supongo que ya algo mejor, vendrá.